Parte del objeto de este libro es hacer el recuento de por qué los mexicanos se dedicaron a la protección de su medio ambiente. Natelie Grieger, del Partido Verde Mexicano, contó una historia, particularmente precisa, sobre esto. En Alemania acostumbraba hacer lagos paseos con sus hijos en la nieve, pero rara vez de enfermaban. Pero en la ciudad de México, donde el clima es siempre benigno, los atacaban frecuentes enfermedades respiratorias. Grieger se convirtió en ambientalista por cariño a sus hijos, a su ciudad y a su país.
Grieger aún considera a la Ciudad de México como una gran ciudad, pero marcada por el tráfico, el ruido y el smog. Bajo tales condiciones, no es de sorprenderse que muchos de sus residentes busquen soledad y belleza donde quiera que puedan encontrarla. Miles acuden cada semana al Bosque de Chapultepec o al Parque Nacional Desierto de los Leones y a lo bosques de conífera sobre el Valle de México. Otros se aventuran aún más lejos cada invierno, para maravillarse de los millones de mariposas que cubren los pinos en las tierras altas de Michoacán y el estado de México. Para algunos, al menos, el goce de la tranquilidad, la belleza y el aire fresco en sus ambientes naturales puede marcar el inicio de su lucha para proteger el ambiente.
He contado la historia de la conservación en México filtrada a través de mis propias experiencias, particularmente los veranos que pasé siendo un niño emocionado por las magníficas playas. bosques tropicales, praderas alpinas y montañas del Parque nacional Olympic. Crecí viendo a la naturaleza no como un conglomerado de recursos, sino como una fuente de belleza y vida. Ciertamente, parte del mundo natural debe ser usado para beneficio económico de la gente, pero creo con firmeza que el desarrollo es posible sin el abuso del ambiente que presenciamos hoy en México y en muchas otras partes del mundo.
Espero que el estudio de la historia del medio ambiente pueda adquirir un enfoque más universal. En muchos lugares, la gente ha luchado para proteger la naturaleza. Sus historias deben ser relatadas, aunque durante tanto tiempo hayan sido sólo una distinguida minoría. |